Copyright © El Laberinto
Design by Dzignine
domingo, 31 de julio de 2011

Recuerdo


Parece que sueño, sueño contigo, estas aquí, junto a mi pero no… si lo pensamos bien, la verdad es que ¿Qué demonios tendrías que estar haciendo aquí?

Al fin y al cabo no podrías estar aquí, porque nunca te he visto, me pareces conocida, pero me parece que nunca que te he visto… Solo recuerdo que alguna vez, me enamore de ti… no sé cómo ni cuándo, solo sé que estas ahí…

En la mañana, todo estaba como lo recordaba, pero a mi lado no había nada de ti, ni calor, ni siquiera aquel declive que deja alguien cuando abandona una cama.

Aun así, preparo todo para bañarme. Suena el teléfono, solo dejo que conteste la “contestadora” es mi madre, desde que se entero que tengo aquella enfermedad prácticamente todos los días se asegura, que tome mi medicina… Ella sabe que lo hare, pero creo que prefiere asegurarse.

Bañándome justo en ese momento en que, estas por quitarte el jabón de la cara, se acaba el agua, yo con el jabón en los ojos, sin poder abrirlos por el ardor, camino hacia la puerta para buscar mi toalla, pero en el camino hacia ella, se interpone inohodoro.

Caigo hacia atrás, y mi cabeza pega justo en el borde, del lavamanos, muero casi instantáneamente, y claro dejo muchas cosas inconclusas, el amor, por ejemplo, por cierto no me tome las pastillas, así que si existe “el destino” seguramente hubiera sufrido el mismo destino, pero quizás no en el mismo sitio.

Pronto desperté, fue un poco extraño verme ahí tendido, pero, me levanto. Supongo que ya no tengo que ir a trabajar… así que decido ir a dar una “vuelta” al centro de la ciudad, caminando por las calles me da un poco de nostalgia todo lo que deje, aunque debo decir, que me preocupa el no haberte conocido, el no haberte dicho un -hola-

Camino por las calles que frecuentaba, entro a un café, y solo decido sentarme, no creo poder tomar algún expresso, pero de repente algo interrumpe mi idea, ¡eres tú! La chica de mi sueño. Estas enfrente de mí y yo no puedo hacer nada, solo esperar, que pase algo inesperado, pero hay algo extraño en ti…

Te pareces tanto a alguien, alguien que algún día ame, quizá en otra, vida; pero esos ojos sin duda son los tuyos… que mal que no pueda hablarte, ahora si me lamento de lo sucedido… mientras admiro tus sonrisas causadas por lo que lees, una señora, llega y pregunta.

¿Disculpe señorita este lugar este lugar está ocupado? Pero ella responde –si, disculpe estoy esperando a una amiga- pareciera, como si hubiese, leído mis pensamientos.

Dos minutos más tarde, ve su reloj, y toma su bolsa y se marcha. Yo sin dudarlo la sigo, por lo menos quiero saber dónde puedo encontrarla.

Ella, camina, hacia el metro y, yo atrás de ella, de pronto voltea y pregunta ¿me estas siguiendo?

Recuerdo.

Recuerdo, tus ojos…

Tu tacto, tus labios,

Tu forma de besar y

Hasta tú forma de amar,

Ese después en que;

Secabas tu sudor,

Recuerdo tu amor la forma

En que sin dudarlo

Me sonreías, mucho,

Mucho es lo que recuerdo de ti.

Pero, trato de olvidar tanto

Y lo que es inevitable es

Olvidar tu nombre

Tu nombre, mismo nombre... que...

To recuerdo.

2 Los que Comentan:

Anónimo
at: lunes, agosto 01, 2011 dijo...

Boooonito!! me gustò!! Sigue escribiendo y claro..haciendo todo lo demàs que debes hacer pero esto nuunca lo dejes.
Mariana

encontrado says:
at: martes, agosto 02, 2011 dijo...

Apropósito de los no olvidos, recuerdo que Jean Paul dijo en alguna ocasión:

"El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados"

Por aquí nos estamos viendo