Sé que puede parecer extraño, que te escriba, mas, sabiendo que apenas te acabo de conocer, pero es mi única forma de poder comunicarme contigo “dignamente”… pero también quiero informarte (no se qué tan bueno sea), que me duele la muela; ya sé que te estás preguntando. ¿Y qué demonios me importa que le duela a este la muela?
Pero no te apures… ahora estoy por explicarte resulta, que alguna vez, leí una carta del “Sub” donde me explicaba que. Cuando encontrara a una mujer, que no solo fuera “una mujer” si no que fuera “esa mujer” esa que no te deja ni soñar, porque soñar es cuando duermes y “esa mujer” pasa por tu mente aun cuando estés despierto. Cuando quisieras saber si a una mujer le gustabas, o ya de menos pensaba algún momento en ti le dijeras que te duele la muela.
Y ella en lugar de darte un analgésico, o mandarte a un odontólogo, te abrazaba y te dejaba recostar tu mejilla en su hombro. Entonces, no tenias que buscar más… esa era la mujer, ella era en la que podías confiar, tus penas, tus fracasos, tus amores (aunque ya ella sería una de ellos), tus deseos e o inmortalidades, tus “ternuras”, tus frigideces, tu simpatía y tus malos chistes. Así que después de todo este “choro”.
Quisiera decirte que me duele la muela, que no aguanto el dolor, que casi, no duermo desde aquel día, que se me picaron las muelas, desde que hable con un dulce y ahora quisiera poderlo incluirlo a mi dieta (ósea a mi vida), que desde ahora, no sé si consultar a un odontólogo o ir con "Ella".
Por último, y para dejar de molestarte quisiera dejarte una canción que la canta un tipo que se llama Joaquín Sabina, la canción se llama “Como un dolor de muela”, Espero que te guste y que me des un consejo sobre qué hacer con mi muela…
Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,
como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,
como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera...
una oración.
Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.
Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.
Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto...
del corazón.
