Volando en sueños.

Ayer extrañe tus labios, mientras dormía.
Extrañe tu cuerpo, tus ojos, que miro y busco.
Extrañe tu ausencia,
(…) extraño tus labios que solo he rozado…

Extraño todo, incluso aquel vestido,
Que ahora en este sueño. Te despojaría de el.
Extraño tu paso largo,
Tu forma de dominarme, sin expresar nada. Sin siquiera mirarme.

Ayer extrañe mis manos
Rozando tu cuello, extrañe tu canto,
Mi ausencia, que a veces notas…

Ayer tuve un largo sueño,
Donde tú apareciste, (debo decir).
Con un poco, menos de ropa,
Ayer simplemente, suspire mientras soñaba.

Soñar sin Fantasía.

Una mujer no aspira a príncipes azules,
personajes ridículos de novelas rosas,
ni quiere al viejo rabo verde
que la mira con morbo
desde su plateada limusina.

Hay mucho rojo en los periódicos:
es demasiado gris el tiempo
para fantasear,
además se las ve negras
sobreviviendo día a día.

Le gusta el mar turquesa
bajo el creúsculo naranja
y el ámbar refrescante
de una cerveza oscura.

Detesta la idea de casarse de blanco,
pero tiene una ambición:
el hombre que ame
deberá gozar de un buen café
y soñar con ella hasta despierto.