Surgir.

Suficiente, pero mentira, no la controlo solo surge, quisiera por un momento, alejarme de esta… pero no puedo, eres necesaria, y al mismo tiempo tan innecesaria, súbita y paciente, tan querida, pero tan obscura, eso que me enamora, aquello con lo que lloro… tiemblo, no lo sé, de repente, llegas y como lo dije antes “surge” y no lo puedo detener.

A ti, puedo controlarte, quizá sea una venganza del mismo universo, algo que aun no controlamos nosotros, porque, es obvio, siempre existe eso que es todo lo contrario, si existe la luz debe existir la obscuridad… Como todo, como tú, como yo, como, la suma, como la resta, la misma física lo comprueba… como el espacio como la masa.

Pero volvamos a lo que teníamos en mente, sabes, ella surgió de repente, casi de repente, un poco antes de que surgiera mi amor por ti. Surgió como todo lo que surge y crea felicidad y disgusto al mismo tiempo.

Algo así…

F+D = 2P

Donde, F=felicidad, D=disgusto, y P=persona

Pero, algo paso en nuestra ecuación paso algo extraño; iré contigo, a explicarlo mejor, estuviste, de alguna manera, muy de acuerdo, (demasiado, diría yo), me parece, que esto que creaste, entra demasiado fácil a esta ecuación, si, la misma que has venido creando, incluso ya me está dando miedo. Es casi, como el único peón del jugador uno; que se come a la dama del jugador dos y aun así no gana la partida.

Jugador uno, Ricardo Cárdenas, Jugador dos, tu mirada.

Mirada.

Se sostiene en la noche y aun así,

Alcanzo a distinguirla, entre fotos,

Pero esto, no lo es todo, la boche te defiende.

Te atrapa y abraza, sujetando tus ojos.

Impidiendo que mi vista roce tu mirada,

De alguna manera en un suspiro…

Mi mirada choca con la tuya…

En ese momento Cupido, lanza dos flechas,

Una golpeo de inmediato en mi ojo,

Pero la anterior, sigue por ahí, buscando dueño.

Amo tu mirada, no sé, si tu mirada viene incluida con tu persona,

Tu actitud y hasta tu “número de cuenta”