Copyright © El Laberinto
Design by Dzignine
lunes, 18 de junio de 2012

"Arrancarte el corazón, y comérmelo luego a besos”


Hace poco, pues hace como unos minutos publique una entrada sobre el son jarocho y en especias, sobre “La Hazanga” y ella tiene una frase que dice más o menos así, “Cuando estoy en mis excesos, contigo en grande emoción, quisiera con embelesos, arrancarte el corazón, arrancarte el corazón, y comérmelo luego a besos” y es por eso que así de repente se me ocurrió algo digamos una leyenda huasteca apenas ocurrida.

Dicen por ai’ que una hermosa mujer que vivía en la costa casi, casi junto al mar, que tenía un padre que era pescador, así que normalmente en su casa se comía pescado o aluna otro fruto que daba el mar, pero esta belleza de mujer llamada María, cada vez que iba al mercado, todos los que atendían los puestos, los que paseaban por el centro, la miraban ahí con su vestido igual de hermoso que ella, así muy colorido, bordado por ella misma.

A María se le veía muy feliz con una felicidad que hasta daba envidia, todo parecía que lo hacía con gusto, cuando compraba los ingredientes, para lo que se cocinara en casa… nombre, hasta parecía que estaba mirando una bella pintura; porque agarraba los tomates, los contemplaba así como una madre ve a su hijo, para ella todo era felicidad.
Pero María no solo era felicidad, también era culta la muchacha, sabia de todo, cuando llegaban los barcos de Europa, a ella le gustaba saber y pues ai´ con los marineros se enteraba, y pues a los marinero que les iba a costar trabajo platicar con la María, si pues estaba bien chula.

Y hasta se daba su tiempito, después de cocinar, limpiar la casa, lavar la ropa de su papá y sus hermanos, ayudar en la caridad de la iglesia.

Le daba su tiempo de ir a leerse unos libros, pues si, María era una mujer como los cuentos dicen, una mujer perfecta. Pero como con la hermosura que se cargaba y luego con lo culta que era, pues los hombres ni siquiera se atrevían a hablarle, pero como dicen “siempre hay un roto para un descocido” bueno en este caso sería todo lo contrario.

Un día llego al pueblo un hombre de la ciudad y pues también tenía lo suyo así guapo, y también educado, y cuando vio a María, no pues como todos los hombres del pueblo, se quedo impactado y María también lo vio y al solo verse pues quedaron requeté enamorados, se casaron como a la semana, no pues fue mucho el amor, pero de esos amores que dan envidia…
Pero el amor fue creciendo, y creciendo que hasta todo los días se iban de la mano hacia el mar y se quedaban ahí mucho rato, se abrazaban se besaban, se veían muy enamorados y todos los días, salían ya hasta cuando preguntaban por María, todos decían “ai’ en la playa”.

Y el amor siguió creciendo, tanto que un día, el tomo un cuchillo se acerco a ella y le empezó a cortar ahí en donde va el corazón, pero María ni hizo cara de dolor es mas hasta tenía una cara de alegría y en el momento en que los labios de el tocaron su corazón, ella sonrió y el beso su corazón un buen tiempo.

Al otro día, encentran ahí a María y a él en la cama, ya los muy exagerados dicen que la sangre de María formo un corazón en el piso, el padre ni siquiera les quiso dar la bendición, dijo que aquello era una brujería y así los aventaron al mar, pues como iba a ser que los enterraran en la iglesia.

Pero dicen que en las noches, cuando hay luna llena se pueden ver a unos enamorados caminando hacia la playa agarrándose de la mano, y la leyenda cuenta que si los ves estas condenado a amar hasta la mismita muerte.  

0 Los que Comentan: