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lunes, 1 de marzo de 2010

Aneh, tlahtocuicani.



Aneh, tlahtocuicani.


“Adiós, poeta”, reza en náhuatl este encabezado. Carlos Montemayor (1947-2010) fue un incansable promotor de la poesía maya, zapoteca, náhuatl, totonaca y guaraní, entre otras. El historiador Miguel León-Portilla expresó que el creador originario de Parral preparó a muchos escritores en lenguas originarias en los talleres que coordinaba. “Al menos nos queda el consuelo de toda la obra que deja”, expresó. Sus novelas, crónicas y ensayos acerca de diversos movimientos sociales son un referente para analizar el contexto de las guerrillas y los levantamientos populares. Entre estas obras están Chiapas, la rebelión indígena de México, La guerrilla recurrente, Rehacer la historia, y las emblemáticas Guerra en el paraíso y Las armas del alba.


Por ultimo, en esto que trata de ser un homenaje a Carlos Montemayor, les dejo un poema que lleva por titulo, Memoria, claro de Carlos Montemayor.


Estoy aquí, en la casa, a solas.
Aquí están los muebles, el aire, los ruidos.
Tengo un sentimiento tan transparente
como el vidrio de una ventana.
Es como la ventana en que miraba la nieve al amanecer,
hace muchos años, cuando era niño.,
y pegaba la cara contra el cristal y comprendía toda la vida.
Es un deseo en calma, como la tarde.
Es estar como están todas las cosas.
Tener mi sitio como todo lo que está en la casa.
Perdurar el tiempo que sea, como las cosas.
No ser más ni mejor que ellas.
Sólo ser, en medio de la mi vida,
parte del silencio de todas las cosas.




A ella…

(In memoriam a Carlos Montemayor)


Soy muy joven para entenderlo.

Pero demasiado viejo, para pasarlo de largo,

Tú te encuentras lejos de mí,

Por ahora, aunque seguramente acechándome,

Buscándome un descuido,

Cruzar mal la calle, por ejemplo,

O incitándome a terminarme aquel cigarro.


Yo aun no te conozco, pero tampoco estoy;

Apresurado por hacerlo…

Eh sentido tu aliento, sobre mi familia.

Incluso algunas noches secas,

Has estado murmurándome al oído.


Que dulce es cuando te alejas,

Que dulce es cuando te vas…

Dejando solo esperanza.


Pero cuando te llevas a un ser querido.

O peor, cuando se va contigo,

Una persona que lucha, por los menos.

Por los que nadie escucha…

Triste…

Triste…


1 Los que Comentan:

Amapola Psicovisceral says:
at: domingo, marzo 07, 2010 dijo...

no lo conocía, pero me ha emocionado :(

y respecto a tu regalo..no podría haberte hecho yo ninguno mejor.

espero que tú tb estés bien :)