Indeterminación.

Alguna vez de niño soñé con el amor… sentí que en verdad existía, que era, lo que me hacia soñar todas las noches con ella, pero, no… era solo una vez más la indiferencia, aquella… que todos los días me hacia despertar y verte ahí donde siempre.

Y así sigo, solo que ya no eres la misma persona, ya no eres aquella niña, en el fondo lo eres pero no piensas lo mismo, no escuchas la misma música, no amas las mismas cosas, incluso hasta puede ser que no te llames igual.

Pero no vine a decir eso, solo quiero decir, que todo lo ideal cambia, porque sin lugar a dudas la tierra se seguirá moviendo 2544000 kilómetros al día, los años seguirán durando 365.2422 días y nada de eso cambia. Ojala los sentimientos y lo ideal, presentaran un comportamiento similar desafortunadamente no lo hace… lo que provoca que, no podamos tener una tabla que nos proponga que patrón seguir en una relación.

Y nos tenemos que conformar, con seguir nuestros instintos y así seguiremos, por lo menos hasta que llegue alguien a proponer un patrón. Por suerte, todo depende del observador. Ya que por el simple hecho de ser testigo, influye en la realidad, la altera, introduce una variable de indeterminación.

Y la única manera de comprobar si es posible o no, es intentándolo, arriesgándose, así que invito, a todos, los que estén leyendo esto, a que se atrevan, a realizar, sus objetivos a demostrar que no todo está perdido.

Perdona el contacto…

Perdona, pero son,

estos movimientos…

Estas reacciones un poco lentas,

que no me dejan…

No me permiten,

que te tratarte, así…

“templado”

El agua sube y baja,

pero nuestras llamadas son cortas,

Apenas te conozco y

ya se algunas de tus manías,

Gestos, gustos,

desplantes, lágrimas,

Quisiera ser ese hombre perfecto que…

Tienes pegado en tu pared,

o ese al que traes en tus sueños.

Pero no puedo, o no me permito…

Solo y únicamente,

puedo ser, ese al que besas,

Riñes, el que te hace llorar,

pide perdón,

Pero, a pesar de todo…

Te ama.