Pues esto empieza, por una canción… No sé, el por qué, ni cómo fue que empezó, solo recuerdo, que de repente, de un momento a otro, no podía sacar esta canción de mi cabeza…
Mmmm, pues esta canción, es francesa, la descripción que encontré, solo decía, que se trataba de la canción más hermosa del mundo…
Normalmente, cuando, me describen algo de este tipo, o algo que se trata de, no solo algo bueno, si no como algo que tiene como referente “Lo Mejor”, normalmente cuando sucede esto, me da por, dejarlo en “así”… no ponerle atención, simplemente, ignorarlo.
Pero, esta canción, si fue muy buena, o por lo menos, si manejo bien su trabajo…
Ne me quitte pas (No me dejes)… no sé en qué momento, podrías decirle a alguien, que no te deje, bueno, en realidad si se, muy bien cuál es el momento adecuado, el problema llega cuando, es el último recurso, tener que llegar hasta el “Ne me quitte pas” no sería lo mejor, pero tal vez es lo más adecuado…
“Ne me quitte pas”
Soñar sin fantasía.
Una mujer no aspira a príncipes azules,
Personajes ridículos de novelas rosa,
Ni quiere al viejo rabo verde
Que la mira con morbo
Desde su plateada limusina.
Hay mucho rojo en los periódicos:
Es demasiado gris el tiempo
Para fantasear,
Además se las ve negras
Sobreviviendo día a día.
Le gusta el mar turquesa
Bajo el crepúsculo naranja
Y el ámbar refrescante
De una cerveza oscura.
Detesta la idea de casarse de blanco,
Pero tiene una ambición:
El hombre que ame
Deberá gozar de un buen café
Y soñar con ella hasta despierto.
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