Una mujer no aspira a príncipes azules,
personajes ridículos de novelas rosas,
ni quiere al viejo rabo verde
que la mira con morbo
desde su plateada limusina.
Hay mucho rojo en los periódicos:
es demasiado gris el tiempo
para fantasear,
además se las ve negras
sobreviviendo día a día.
Le gusta el mar turquesa
bajo el creúsculo naranja
y el ámbar refrescante
de una cerveza oscura.
Detesta la idea de casarse de blanco,
pero tiene una ambición:
el hombre que ame
deberá gozar de un buen café
y soñar con ella hasta despierto.
3 Los que Comentan:
at: viernes, enero 22, 2010 dijo...
Está muy bonita esta poesia!
Tiempo sin leerte, no sé en que momento perdí tu blog!! Ahora puedo continuar leyendote =)
Besos
at: viernes, enero 22, 2010 dijo...
este poema*
at: sábado, enero 23, 2010 dijo...
Muy cierto con la persona de aca arriba un buen tiempo sin leerte, muy bonito poema, tiene ese toque especial que me pone a pensar gracias por brindarnos este tipo de poesia
Saludos¡
Publicar un comentario